Desde hace años venimos escuchando sobre la importancia del reciclaje cuando lo relacionamos con la separación de residuos y la posterior utilización de los mismos. Pero hoy no os voy ha hablar de este reciclaje, no porque no sea importante para el futuro de nuestras próximas generaciones, si no, que hoy me gustaría reflexionar sobre la importancia de reciclarse desde un enfoque profesional, pero desde el convencimiento personal de cada uno como una necesidad consciente, no como una imposición de las empresas. Las cosas han cambiado mucho en cuanto a lo que son las profesiones en general, antes era bastante sencillo, solo el hecho de nacer en una familia de maestros, ingenieros, zapateros, funcionarios, etc. significaba que tenias muchas posibilidades de terminar ejerciendo esa profesión, no solo por seguir la tradición familiar, si no porque era más fácil conseguir un puesto de trabajo o mejores puestos en ese sector por contactos y demás. Por otra parte el mundo giraba más lentamente, la información se movía a otro ritmo y la innovación era más lenta por decirlo de alguna manera.
Hoy las cosas cambian tan rápido que la realidad es que las herramientas que hoy utilizamos no sabemos si nos servirán lo suficiente mañana, o que nuestra función en la empresa poco a poco vaya teniendo menos importancia debido a los cambios tecnológicos y a su utilización por parte de nuestros potenciales clientes, por lo que las profesiones tienen que adaptarse a nuevas realidades constantemente y con ello sus profesionales.
Hay casos que el sistema o el procedimiento que utilizamos
se queda obsoleto y tenemos que
modernizarnos, en otros casos el servicio que
damos es cada vez menos utilizado por los clientes, por ejemplo, el de las
oficinas de información físicas como podría ser las turísticas, con esto de internet la gente obtiene la información desde su propia casa, por lo que el personal que en ellas trabaja probablemente tendrá que replantearse sus funciones.
Cuando se detectan este tipo de situaciones solemos encontrarnos con dos tipos de profesionales: los que lo detectan y actúan, por lo tanto están más lejos de sufrir un despido o si lo sufren resurgen más fácilmente de ese bache y por otra parte los que por su falta de interés y visión se quedan a ver que pasa y no se preparan para el futuro. Es necesario replantearse cada cierto tiempo nuestras funciones en la empresa, ver como evoluciona nuestro trabajo y la manera de hacerlo, investigar que nuevas maneras o herramientas mejor se adaptan al trabajo que realizamos, para ir así, poco a poco preparando el terreno. Lo de innovar no es solo una cuestión de la empresa como tal, nosotros como profesionales deberemos también poner de nuestra parte, aunque sea por egoísmo personal o por previsión en momentos laborales inciertos.
Todo ello es más fácil si sentimos pasión por lo que hacemos, si nos gusta nuestro trabajo, este es el principio de toda motivación y posibilidad de éxito.
Y ahora te pregunto ¿Sientes pasión por tu profesión? ¿Té gusta lo que haces? Si no es así, quizás deberías empezar a preguntarte si no tendrías que cambiar de trabajo. Porque el futuro para los desganados, los apáticos que nada aportan, va a estar cada vez más difícil. Tened cuidado con soñar que muchas veces los sueños se cumplen.
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PeterFisken via photopin cc
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